sábado, 5 de febrero de 2022

El alba

Llegas como un desconocido
Alguien ajeno a todo y en especial a mí
Ya no hay manera de comunicarnos 
Quemaste el puente que nos unía al fin 

No veo interés en retomar los cimientos 
Ni una mirada de amor que lo sostenga
No veo ni la más mínima intención de tu parte
Y me duele cada fibra por extrañarte 

Creer en tus palabras, como si fueran ciertas 
Creer en tus ojos, como si nunca mintieran
Creen en tus labios, aquellos ya no míos 
Creen en tus manos, que les repugna mi piel 

Cómo siempre me hundo en el infinito
Miras desde la orilla mientras no respiro 
El aire se vuelve agua y yo me vuelvo olvido
Me disuelvo en la espuma del mar cabrío

El hielo, la distancia, lo inmenso de mi garganta 
Los gritos y los ojos que lloran sin lágrimas 
Las manos que extrañan esos besos de metal
La vida que me dice "olvida la felicidad"

Un momento eres luz y eres aire 
Al siguiente eres vacío y silencio 
Eres el espejo más cruel que obtengo 
Eres la lección que no aprenden mis dedos

Aquella pulsación desde el anular a mi corazón 
Que pensé perdida y extraviada 
Regresa y retumba mis ventanas
Araña y se pierde en tu mirada 

Mis letras siempre aparecen después de la caída
Y solo veo la luz a la distancia, cada vez más lejana
Se cierran las paredes sobre mi pecho 
Se extinguen la vida y también el fuego

Risa

En el silencio de la noche 
Al fondo de tus pupilas
Se esconde tu risa
Y se alejan las brisas 

Ríos brotan de mi rostro
Las represas rompieron su caudal
Tiemblan mis recuerdos 
Esquivas todo pensamiento

Deliberadamente coges el puñal
Y abro rojo mi pecho a ti
Retuerces tus filudas palabras 
Y cae nuevamente el telón 

Complicada situación me dices
Y sin embargo huyes de mi pregunta 
Ya no sabes que hacer o pensar 
Y yo ya no sé que sentir por ti 

Siento que floto sobre luz
Para caer sumida en oscuridad
El tacto suave de tu piel 
Ya no cancela tu hiel 

El corazón como siempre en la mano
Estrujandose por encontrar un lugar 
Cambiando y mutando por un si 
Cuando en el fondo ya sabías que no

Dejar de ser una muñeca
Sin hilos que me sostengan
Limitada por tus caricias 
Olvidada en el baúl de tu mirada

Sentir dolor y aquellas hormigas 
Si suelto tus caderas 
Se abrió la caja de Pandora 
Y me consume otra vez la pena

Debiste dejarme con mi nube gris 
Surcando mis caminos de raíz 
Debiste ser de piedra y sin corazón
Así no estaría yo perdiendo la razón